Yo leo la vida como si fuera un jazz sempiterno: todo elemento que compone este universo es para mí una nota musical a la espera de ser descubierta por un clarinete nostálgico, una trompeta ensordecedora, un saxofón embrujador; veo toda la historia de la humanidad como un Si tu vois ma mere en slowmotion, un fútil dialogo de instrumentos con el único y frívolo propósito de divertir a ese, que vaya uno a saber si realmente existe.
Que gran forma de ver la vida… me hace pensar que vivir la vida inteligentemente no es otra cosa que saber disfrutar cada uno de sus momentos; quitarnos nuestras corazas sin repudio por el verdadero ser que hay muy dentro de cada uno de nosotros, y el que tanto tememos reconocer, y simplemente dejar que el todo y cada una de sus partes individuales nos hagan vibrar hasta lo más profundo de nuestros huesos.
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