Las flores se convierten mariposas
que se transforman en lechuzas
que se vuelven sueños
y luego quimeras llenas
de colores, sonidos y perfumes,
y de un ronroneo continuo,
una suave caricia
dibujada sobre el alma
como una pincelada amarilla.
Pero de pronto,
todo eso deja de ser fantasía
se aposenta,
y de golpe se vuelve filosofía,
ideal político,
sistema revolucionario, cambio,
el sueño se vuelve cambio
y la ficción el modo de llevarlo a cabo.
Y ya no hay más arte ni poesía,
la quimera es un mensaje importante
que debe comunicarse en verso
con la misma urgencia de un edicto imperial
expedido por el rey de Francia.
Y ya nada es arte;
todo es significado
y las flores convertidas mariposas,
transformadas en lechuzas
que se han vuelto sueño y luego quimera
dejan de ser eso
y se vuelven pétalos marchitos
pétalos que son la desazón personificada,
la frustración que la precede,
el triste despertar del ensueño destruido,
las flores revejidas por lo circundante
que terminan siendo,
nada más que cenizas danzando con el viento.
sigh
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