miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mentiras

Qué triste es la vida cuando
se usan argucias
todo el tiempo,
cuando se miente de frente 
y sin aprensión alguna.

Que triste es la vida,
cuando nos engañan
con sofismas y ardides,
similares a los
trucos de 
los prestidigitadores,
para hacernos creer, de verdad,
sus mentiras.

Sin embargo,
es aun más triste la vida
cuando no es a 
los demás
a quienes les mentimos
sino a nosotros mismos, 
cuando cruzamos esa delgada frontera
de la conciencia
en el proceso olvidamos
lo que alguna vez fuimos:

Humanos sinceros.

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