Qué triste es la vida cuando
se usan argucias
todo el tiempo,
cuando se miente de frente
y sin aprensión alguna.
Que triste es la vida,
cuando nos engañan
con sofismas y ardides,
similares a los
trucos de los prestidigitadores,
cuando se miente de frente
y sin aprensión alguna.
Que triste es la vida,
cuando nos engañan
con sofismas y ardides,
similares a los
trucos de los prestidigitadores,
para hacernos creer, de verdad,
sus mentiras.
Sin embargo,
sus mentiras.
Sin embargo,
es aun más triste la vida
cuando no es a los demás
a quienes les mentimos
sino a nosotros mismos,
cuando cruzamos esa delgada frontera
de la conciencia
y en el proceso olvidamos
lo que alguna vez fuimos:
Humanos sinceros.
cuando no es a los demás
a quienes les mentimos
sino a nosotros mismos,
cuando cruzamos esa delgada frontera
de la conciencia
y en el proceso olvidamos
lo que alguna vez fuimos:
Humanos sinceros.
excelente
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